En
un principio, el ser una persona diestra o zurda dependería de dos
factores según distintas corrientes y estudios: la herencia y el
adiestramiento o experiencia que cada niño tiene durante su
maduración cerebral.
La
mayoría de los investigadores señalan que la
lateralidad de la persona está influida tanto por factores genéticos
como ambientales.
Según
la postura genética, vemos que el predominio de una u otra
lateralidad es algo que se ve condicionado por nuestros genes, por lo
que tendríamos más posibilidades de ser zurdos si existiesen
antecedentes familiares.
Una
teoría elaborada por genetistas del Instituto Nacional del Cáncer
de Estados Unidos planteaba la hipótesis de que la mayoría de las
personas tiene un gen dominante que las hace ser diestras. Por el
contrario, a un 20% de las personas les falta este gen, por lo que
tienen una posibilidad al azar de ser diestro o zurdo (al 50%).
Otros
psicólogos creen que la lateralidad tiene que ver con factores
ambientales y depende del aprendizaje que hacen los niños de sus
padres, la influencia del colegio o los hábitos que inculcan sus
allegados.
En
lo que sí hay conformidad, es en que las
causas de ser diestro o zurdo son neurológicas,
es decir, que está determinado por el cerebro y depende de la
"lateralidad" de la persona.
La lateralidad es un predominio motor relacionado con las partes del cuerpo, que integran sus mitades derecha e izquierda. La lateralidad se refleja en el hecho de que uno de los lados de nuestro cuerpo predomina sobre el otro en la realización de la mayoría de las actividades: los zurdos tienen lateralidad izquierda, los diestros derecha.
En el cerebro existen dos hemisferios: el derecho, que dirige los movimientos del lado izquierdo del cuerpo, y el izquierdo, que rige los movimientos del lado derecho. Casi siempre su parte izquierda es la dominante, por lo que la mayoría de órdenes están destinadas a la derecha del cuerpo.
ACTUALIDAD
Un
nuevo estudio genético ha identificado los
genes que intervienen en el proceso biológico que determina si somos
zurdos o diestros.
En concreto, científicos británicos y holandeses han encontrado una
relación con la lateralidad de la mano humana y una red de genes
implicados en el momento en que el embrión deja de ser una bola de
células y se convierten en un organismo con una diferenciación
entre el lado derecho (dominante en el 90% de los humanos) y el
izquierdo, que también se manifiesta en una diferencia entre los
hemisferios cerebrales. Según exponen los autores del estudio en la
revista PLOS
Genetic,
la
clave reside principalmente en el gen PCSK6.
De
hecho, al interrumpir durante sus experimentos la expresión de este
gen en ratones, se produjeron defectos de asimetría
izquierda-derecha, como una colocación anormal de los órganos en el
cuerpo, como la ubicación del corazón y el estómago a la derecha y
el hígado a la izquierda. No obstante, lo más probable es que "el
desarrollo de la lateralidad derive de una mezcla
de genética, ambiente y presión cultural para tender a ser
diestros".
VIDEO EXPLICATIVO
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